El conjunto dirigido por José Manuel Díaz, que contaba con la ventaja del 1-2 logrado en Marbella, decidió la eliminatoria en la primera mitad con los goles de Marcos Guerrero en propia puerta y Ramírez, con lo que se clasificaron con un resultado global de 4-1. Los madridistas salieron a por el partido e hicieron todo su trabajo antes de llegar al descanso. El buen juego y la ilusión de esta plantilla han hecho posible que los blancos cuajen una fase de promoción inmaculada con cuatro victorias en cuatro partidos. El filial intentará lograr el ascenso en la eliminatoria final y así poner el broche de oro a una gran temporada. El rival se conocerá hoy en el sorteo que se celebrará en la Ciudad del Fútbol de las Rozas.
El Real Madrid C salió a por el partido desde el inicio. La ventaja del 1-2 en la ida le daba la confianza suficiente para desplegar su juego más creativo y los de José Manuel Díaz lo aprovecharon al máximo. No pararon de generar peligro sobre la portería de Novoa y en apenas dos minutos ya sumaban dos disparos a puerta. Lo intentó Belima en una combinación con Andy, Sobrino con su velocidad, Ramírez con un potente disparo que se marchó fuera y, de nuevo, Belima, que tuvo la oportunidad más clara en el minuto 15, con un remate a puerta vacía que pegó en el poste. La UD Marbella estaba anulada por completo, apenas creaba peligro y su intensa presión en tres cuartos de campo fue desapareciendo con las internadas madridistas.
El filial tenía el partido donde quería, pero le costaba abrir el marcador para matar la eliminatoria. Hacía falta desatascar y fue ahí donde apareció Belima, que tras una gran jugada por banda metía el balón al área para que Bruno rematara, aunque el balón entró, finalmente, tras golpear en Marcos Guerrero, que se anotó un gol en propia puerta. Pero el tanto no cambió nada. El Real Madrid seguía jugando con Andy como cerebro de su juego mientras los aficionados que se acercaron a Valdebebas esperaban ya el segundo tanto. Ramírez, que volvió al once titular tras superar unas molestias físicas que le dejaron fuera de la convocatoria en el encuentro de ida, anotaba el 2-0 y cerraba esta segunda eliminatoria del playoff. Sobrino robó el balón muy rápido a la defensa andaluza, se fue con velocidad y puso el pase perfecto para que el mediapunta anotara su séptimo tanto de la temporada.
El segundo tiempo fue otra cosa. Los blancos bajaron su intensidad y ninguno de los dos conjuntos fue capaz de llegar con peligro a la meta contraria. El partido se disputó en el centro del campo y Díaz fue jugando sus cartas con la mente puesta ya en la última eliminatoria por el ascenso. Así, abandonaron el campo Sobrino, Ramírez y Berlima y en su lugar Fran Sol, Aguza y Jordi pasaron a protagonizar el escaso ataque madridista, que aparecía siempre por las bandas y con disparos desde fuera del área. El partido no dio para mucho más, con un Marbella malherido sobre el césped y un Real Madrid C que ya pensaba en su próximo rival, que se conocerá hoy a las 17:30 horas, en el sorteo que se celebrará en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Un pasito más y el Real Madrid C estará en Segunda B.
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