lunes, 11 de junio de 2012

Real Madrid-Barcelona: llega la hora del Palacio

En playoffs a los duelos impares se les llama bisagra, claves para articular la eliminatoria. Y el de hoy, ya saben, es el tercero, el que puede garantizar al Barça al menos un quinto partido en el Palau o situar al Madrid 2-1 con la opción de remachar el miércoles, que se jugará también en un Palacio de Deportes pletórico­.



Hacia el recinto de la calle­ Goya señalan todos los dedos blancos: "El público será un factor decisivo. En el quinto partido de la semifinal ante el Caja Laboral generó un ambiente que nos ayudó de verdad", reconoce el lituano Martinas Pocius. "Entonces -apunta Sergio Rodrí-guez-, los aficionados resultaron determinantes­".


Para el Madrid sería tan histórico firmar el doblete (Liga y Copa) como celebrar un título en casa, porque ninguna de las dos cosas ha ocurrido en los últimos 19 años, desde 1993, desde que Sabonis se aupara a las vallas publicitarias puños en alto con la afición a sus pies ocho temporadas antes de que el viejo­ Palacio ardiera­.


Festejos. Porque en estas dos últimas décadas el Madrid ha ganado tres Ligas y una Copa en Barcelona, otra ACB en Vitoria, la Euroliga en Zaragoza, la Recopa en Nicosia y la Copa ULEB en Charleroi; pero no ha vuelto a festejar nada en Madrid, nada. Que lo consiga ahora está caro, porque los de Laso han dominado los seis duelos directos esta campaña, tuvieron superioridad estética, pero los números hablan de un empate a tres general, de 1-1 en esta final, en la que los culés partieron como favoritos y aún mantienen esa condición en varias casas de apuestas.


Al Barça le fallan los relevos, pero Navarro, Lorbek, Mickeal y Vázquez desequilibran. El desgaste físico, eso sí, con Ndong tocado en una rodilla y una plantilla veterana, rema a favor del Madrid, de un equipo en el que casi cualquier jugador puede decidir. Al margen de la eclosión de Sergio Rodríguez (18/23 en triples en los playoffs), los líderes anotadores en la final son Carroll y el renacido Tomic, ambos con 14 puntos de media. En la trinchera rival Lorbek se va hasta los 20 y Navarro a los 16. Hoy, partidazo, esa es la única certeza.



Pete Mickeal


"El segundo partido lo perdimos por dos errores claves. Para el tercer duelo necesitaremos mucha defensa y muchos rebotes, nada más. Para nosotros el 1-1 es como antes de empezar la eliminatoria, ahora tenemos que ganar dos partidos y ya está".



Pablo Laso


"Somos equipos diferentes, pero parejos en el potencial. Ahora sólo pienso en el tercer partido, porque de ir más allá estaría gastando energías para nada. Mis jugadores han demostrado carácter y todos se sienten importantes, saben que les llegará su ocasión".

2-0: El Real Madrid C vence al Marbella y estará en la final por el ascenso a Segunda B

El conjunto dirigido por José Manuel Díaz, que contaba con la ventaja del 1-2 logrado en Marbella, decidió la eliminatoria en la primera mitad con los goles de Marcos Guerrero en propia puerta y Ramírez, con lo que se clasificaron con un resultado global de 4-1. Los madridistas salieron a por el partido e hicieron todo su trabajo antes de llegar al descanso. El buen juego y la ilusión de esta plantilla han hecho posible que los blancos cuajen una fase de promoción inmaculada con cuatro victorias en cuatro partidos. El filial intentará lograr el ascenso en la eliminatoria final y así poner el broche de oro a una gran temporada. El rival se conocerá hoy en el sorteo que se celebrará en la Ciudad del Fútbol de las Rozas.



El Real Madrid C salió a por el partido desde el inicio. La ventaja del 1-2 en la ida le daba la confianza suficiente para desplegar su juego más creativo y los de José Manuel Díaz lo aprovecharon al máximo. No pararon de generar peligro sobre la portería de Novoa y en apenas dos minutos ya sumaban dos disparos a puerta. Lo intentó Belima en una combinación con Andy, Sobrino con su velocidad, Ramírez con un potente disparo que se marchó fuera y, de nuevo, Belima, que tuvo la oportunidad más clara en el minuto 15, con un remate a puerta vacía que pegó en el poste. La UD Marbella estaba anulada por completo, apenas creaba peligro y su intensa presión en tres cuartos de campo fue desapareciendo con las internadas madridistas.

El filial tenía el partido donde quería, pero le costaba abrir el marcador para matar la eliminatoria. Hacía falta desatascar y fue ahí donde apareció Belima, que tras una gran jugada por banda metía el balón al área para que Bruno rematara, aunque el balón entró, finalmente, tras golpear en Marcos Guerrero, que se anotó un gol en propia puerta. Pero el tanto no cambió nada. El Real Madrid seguía jugando con Andy como cerebro de su juego mientras los aficionados que se acercaron a Valdebebas esperaban ya el segundo tanto. Ramírez, que volvió al once titular tras superar unas molestias físicas que le dejaron fuera de la convocatoria en el encuentro de ida, anotaba el 2-0 y cerraba esta segunda eliminatoria del playoff. Sobrino robó el balón muy rápido a la defensa andaluza, se fue con velocidad y puso el pase perfecto para que el mediapunta anotara su séptimo tanto de la temporada.

El segundo tiempo fue otra cosa. Los blancos bajaron su intensidad y ninguno de los dos conjuntos fue capaz de llegar con peligro a la meta contraria. El partido se disputó en el centro del campo y Díaz fue jugando sus cartas con la mente puesta ya en la última eliminatoria por el ascenso. Así, abandonaron el campo Sobrino, Ramírez y Berlima y en su lugar Fran Sol, Aguza y Jordi pasaron a protagonizar el escaso ataque madridista, que aparecía siempre por las bandas y con disparos desde fuera del área. El partido no dio para mucho más, con un Marbella malherido sobre el césped y un Real Madrid C que ya pensaba en su próximo rival, que se conocerá hoy a las 17:30 horas, en el sorteo que se celebrará en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Un pasito más y el Real Madrid C estará en Segunda B.



0-3: El Castilla, campeón de Segunda B

El Real Madrid Castilla consiguió el título de campeón de la Segunda División B tras ganar a domicilio al Mirandés por 0-3. Lejos de conformarse con el ascenso logrado de forma inapelable ante el Cádiz, los blancos han completado una eliminatoria perfecta frente al conjunto castellano y leonés. El 3-0 de la ida fue refrendado por otra cómoda victoria en Anduva. Morata y Joselu, éste en dos ocasiones, hicieron los tantos de un partido en el que la pegada madridista volvió a ser determinante. Final de temporada para el mejor equipo de la categoría que, a partir de ahora, buscará nuevas metas en Segunda.


A pesar de la cómoda renta de la ida, el Castilla saltó a Anduva con la intención de no dar ni un ápice de esperanza al Mirandés. Toril dispuso en el terreno de juego al grueso de sus titulares y, nada más comenzar el choque, Morata dio el primer aviso sobre la portería local. Fue la antesala del 0-1, que llegó en el minuto 4, cuando Denis cedió desde la izquierda para la incorporación de Morata que se giró en la frontal del área y batió a Nauzet con un tiro raso. Con todo en contra, el Mirandés intentó agotar sus últimos cartuchos. Pablo Infante y Alaín hicieron emplearse a fondo a Tomás Mejías en una doble ocasión.



Con el paso de los minutos y la eliminatoria con un claro color blanco, el Castilla dio un paso hacia atrás y el Mirandés empezó a tomar las riendas del juego. Sin embargo, su dominio no se traducía en peligro. Es más, era el filial blanco quien gozaba de las mejores ocasiones al contragolpe. Precisamente, una rápida triangulación al primer toque de los madridistas no pudo ser aprovechada en última instancia por Carvajal. En las postrimerías del primer tiempo, Joselu hacía el segundo en el área pequeña después de una gran asistencia de Carvajal desde la derecha. Una vez más la pegada del Castilla desequilibraba el choque y sentenciaba la eliminatoria.


El ritmo decreció sustancialmente en la reanudación. Los de Toril ralentizaron el juego de forma inteligente. Mientras, el semifinalista de la Copa del Rey, ahora sí, parecía dar el choque por perdido. Toril aprovechaba para dar frescura al centro del campo con las salidas de Lucas y Mandi. Si en los primeros 45 minutos las intervenciones de Mejías y Nauzet fueron constantes, ahora las llegadas al área brillaban por su ausencia. Sin embargo, Morata, uno de los más incisivos en el ataque castillista, estuvo a punto de hacer el tercero en el 68’, pero su balón se estrelló en el palo.


Con todo decidido, Joselu se plantó solo ante Nauzet, que le derribó dentro del área y vio la roja. El propio ariete blanco fue el encargado de transformar la pena máxima en el 87’ ante el central Aitor Blanco, que tuvo que actuar de portero ante la falta de cambios. El Castilla se proclamó campeón de campeones a lo grande. Con un balance global de 6-0 ante el Mirandés que, unido al 8-1 encajado al Cádiz, reflejan un playoff espectacular del filial blanco. La guinda para una temporada redonda que tendrá su continuidad la próxima campaña en Segunda División.

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