El Madrid afronta con el mayor de los optimismos las etapas reinas de la temporada 2001-12. No es para menos. Es el líder sólido de la Liga, está clasificado para las semifinales de la Champions y tiene los mejores registros goleadores. Puede presumir de haber hecho ya 159 goles, de contar con un tridente atacante que ya suma 101 y con estar a sólo siete tantos del récord histórico de la temporada 1989-90, que logró la Quinta del Buitre (107). Con la media de 3,3 goles por encuentro que lleva el Madrid esta temporada, el récord podría caer ante el Sporting, el día 14. Sin embargo, aún tiene más argumentos para afrontar el futuro a corto plazo con seguridad. Todas las piezas claves en el engranaje de Mourinho llegan a tope a la recta final. Sólo Carvalho y Lass, suplentes, andas renqueantes. Una de las más utilizadas, Khedira, ya está bien. Una de las más importantes, Di María, se incorpora en el momento preciso. Y éste tiene Ángel.
El argentino disputó unos minutos ante el APOEL y mañana, frente al Valencia, será titular tras estar lesionado más de un mes. Llegó su hora. El objetivo es claro para el técnico portugués: quiere rodar cuanto antes a uno de sus futbolistas preferidos para tenerlo al cien por cien de cara a los 18 días decisivos que afrontará el equipo desde mañana mismo. El Madrid se jugará toda la temporada en este corto intervalo de tiempo y ya no es momento de reservar a nadie. Mou sabe que con Di María se compite de otra manera. A él lo considera un jugador crucial para los partidos 'top'. Por algo fue la temporada pasada el séptimo jugador más utilizado con 2.308 minutos disputados.
Llega la hora de la verdad
El conjunto blanco llega al sprint final de la temporada con seis puntos de ventaja en la Liga, respecto al Barcelona, y con el Bayern en el horizonte como último escollo para alcanzar la final de Champions diez años después. Así, desde el encuentro de mañana ante el Valencia, y hasta el 25 de abril, en la ida de Champions, los blancos se jugarán la Liga y el pase a la final continental. El éxito o el fracaso del curso está en juego. Seis partidos en los que ningún rival regalará nada. El conjunto de Emery pelea por entrar en Champions, el Atlético (tres días después) busca un puesto en Europa, además de la revancha de los derbis. El Sporting, al siguiente fin de semana, quemará una de sus únicas opciones de aferrarse a la categoría. Y palabras mayores serán el clásico del Camp Nou (21 abril) y los duelos con el Bayern (17-25 de abril). Dos enemigos íntimos.
Sobre el papel, el calendario liguero que les queda a los madridistas en los próximos 18 días se antoja más complicado que el del Barça. Los de Mourinho reciben en el Bernabéu al Valencia y al Sporting y tendrán que visitar al Atlético y al Barça. Mientras que los azulgrana, además del Clásico del 14 de abril en el Camp Nou, reciben en casa al Getafe y tendrán que visitar a Zaragoza y Levante; varios de ellos ya con los deberes hechos.
Estas apreturas del calendario harán que en estos días, tanto en el Madrid como en el Barça, las lesiones, las altas y las sanciones sean más decisivas que nunca. La única amenaza blanca serán las tarjetas amarillas. Xabi Alonso, Coentrao y Cristiano llevan cuatro y están a una de la suspensión. Ramos ya se perderá el duelo de mañana en el Bernabéu. El astro portugués vio la última el pasado 28 de enero en Zaragoza, por lo que lleva aguantando la suspensión diez jornadas. El Barça, por su parte, tiene apercibidos a Alexis y a Cesc, tiene tocado a Piqué (baja en Zaragoza) y cuenta con las ausencias de larga duración de Abidal y Villa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario