Vale que es un título honorífico, el campeonato de invierno. Vale que se asciende en junio y no en enero. Y vale que el Vecindario es antepenúltimo en la tabla y para el Castilla ganar era casi una obligación. Pero con todo eso, concedámosle su mérito al Castilla. Porque como dice el tópico los partidos no se ganan desde la caseta y hay que jugarlos. Y cada uno tiene su miga.
El choque vivido esta mañana en el Municipal de Vecindario fue como una de esas películas que nada más empezar intuyes como va a acabar, pero que según se va desarrollando piensas que cada vez se aleja más de la idea inicial para tener un desenlace como en un principio creías. En fin, un entramado en el que al final ganan los de siempre, al que se añade un componente de épica que realza más su victoria. Como el típico film americano, ni más ni menos.
Porque el Castilla lo tuvo hecho al cuarto de hora y, al final, acabó con nueve, y pidiendo la hora. El sólido líder llegaba a Canarias para jugar en un campo muy estrecho, de césped artificial, que siempre incomoda y con las bajas de varios de primeros espadas como Morata, Álex Fernández y los arqueros Jesús y Mejías. Con ello, dos internadas por la izquierda de Denis habían puesto con dos goles de ventaja a los madridistas justo cuando se cumplían 15 minutos de encuentro.
En la primera de ellas, el centro del mítico hijo de Tcherichev fue rechazado por la defensa para que Juanfran empalmara una volea a la red desde la madialuna del área. Y en el segundo balón colgado ni siquiera hubo despeje porque los dos centrales canarios se encargaron de asistir a Joselu.
En ese punto del film se avecinaba vendaval, puerta grande o todos los adjetivos majestuosos que le quieran poner al Castilla.Sin embargo, y como si así no 'molara'ganar, Mendes se encargó de ponerle emoción al asunto. Menos de 10 minutos después de que Joselu hiciera el segundo, el central portugués se abrazaba a Yeray y dejaba a su equipo con 10 y al Vecindario con la oportunidad de recortar distancias en el marcador desde el punto de penalti.
Así las cosas, Yeray Ortega ejecutó muy mal la pena máxima e Isaac con una buena estirada desbarató la buena ocasión canaria. Con uno menos en el marcador, los madridistas retrasaron unos metros su posición sobre el terreno de juego, dejando Toril a Juanfran, Jesé y Joselu arriba con libertad de movimientos e intercambio de posiciones.
Y a pesar de la inferioridad numérica lo cierto es que el Castilla no pasó apuros. Sí que es verdad que el conjunto local pasó a hacerse con la posesión, como consecuncia de su desventaja en el marcador y de tener un hombre más sobre el campo, pero sólo fue eso, mayor dominio de la pelota, que no se tradujo en grandes ocasiones.
Y así podríamos haber llegado al intermedio, de no ser por el empeño del castilla en darle heroicidad a su triunfo. En la última jugada del primer acto, Moisés la puso perfecta desde la izquierda y Yeray Ortega enmendó su error recoratndo distancias en el electrónico.
El segundo tiempo siguió el mismo guión del primero: mayor posesión del Vecindario, aunque sin grandes ocasiones. Y así parecía que iba a acabar el choque cuando a falta de cinco minutos para su finalización otra vez el filial madridista quiso darle más heroicidad a su triundo. Pablo Gil, el sustituto de Mendes, también veía la roja directa, por una dura entrada. Faltaba poco y el Castilla estaba con nueve, pero el desenlace ya estaba escrito desde el principio. Los tres puntos le otorgan al filial madridista el 'campeonato' de invierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario