Gran Final la que esta tarde disputaban en Parquesur los dos mejores equipos de la competición. Así lo habían demostrado en su dos partidos anteriores. El Sporting, campeón de Liga hace apenas dos semanas había dejado en la cuneta al Atlético y al Deportivo, en un partido de ensueño, con seis goles en los últimos cinco minutos de partido. Los madridistas por su parte, había dejado fuera al Athletic en Cuartos y ayer al FC Barcelona y además lo hicieron con una solvencia digna de mérito.
Parece que los blancos, eliminados en la Liga muy pronto, querían dar un giro radical en esta Copa de España Vodafone y la verdad es que lo habían conseguido ganando sus partidos con una superioridad casi insultante, pero esta tarde tenían enfrente al Sporting, equipo para el que este año se nos han agotado los calificativos desde hace un tiempo. La intención de conseguir el doblete por parte de los asturianos era lo que les había traído a Madrid y no querían volverse a Gijón con las manos vacías.
El partido comenzó con tensión, con algo de nerviosismo por parte de los dos equipos, que se traducían en pérdidas de balón algo inocentes para la calidad de los dos conjuntos. Era el Sporting el que daba un mejor trato a la pelota, con los madridistas bien agazapados atrás y montando peligrosas contras que Ramón, portero sportinguista, solucionaba sin demasiados problemas.
Se respetaban demasiado y prueba de ello es que el primer gol de la tarde no llegó hasta el minuto diez. Fue Alfonso el primero en perforar la meta contraria tras una buena combinación entre varios futbolistas blancos, que culminó el de Getafe. Pocos minutos más tarde se tuvo que retirar después de una desafortunada jugada con un futbolista del Sporting, que cayó encima sin poder evitarle. El delantero madridista notó algo raro en su rodilla y prefirió no forzar demasiado la máquina. El Sporting se lanzó al ataque en busca del empate y lo consiguió Fredy a los dieciocho minutos de partido, fruto de la mayor posesión de balón de los de Redondo, que con Abelardo en la retaguardia imponía el fútbol que más les gusta, el de precisión en el pase y la templanza para elaborar.
Rubén Blaya y José Manuel en dos minutos, consiguieron ampliar la diferencia a dos tantos, y se ponían las cosas más claras a los asturianos, que cuando están por delante son unos maestros de este juego. No obstante, los hombres de Morales se sentían cómodos en defensa y salían con peligro a la contra, sobre todo con Amavisca, muy activo todo el partido. Fue el santanderino el que consiguió reducir la diferencia con un gol en el descuento de la primera mitad, justo antes de que el colegiado del encuentro, Carlos Megía Dávila, decretara el final de estos igualados treinta minutos.
La segunda parte arrancó con un penalti cometido por Contreras a José Manuel, que fue un quebradero de cabeza para los defensas madridistas. El encargado de ejecutarlo fue Tomás y el cuarto gol sportinguista subió al electrónico de Parquesur, que para ese entonces presentaba un lleno en sus gradas. El Madrid no se venía abajo a pesar de la diferencia y llegaban con claridad a la meta de Ramón, más de lo que querían los asturianos, que en este período de partido, con el marcador a favor, empezaron a acusar el cansancio de los tres días de competición. Se vinieron un poco abajo los futbolistas del Sporting y el Madrid lo aprovechó con dos tantos de Llorente y Velasco que pusieron de nuevo la igualdad en el partido. Se sentían bien los madridistas en el partido, liderados desde la portería por Contreras con la ayuda encomiable de Llorente y Amavisca, que sigue con su espíritu competitivo intacto.
Dani adelantó a los suyos a falta de diez minutos, justo cuando las fuerzas son más necesarias para ganar un partido de Fútbol Indoor, pero les faltó aguantar el resultado en estos compases al Madrid, ya que primero David Cano y posteriormente José Manuel, voltearon el resultado. Se las prometían muy felices los jugadores del Sporting, que sacaron a relucir su calidad con pases cortos pero medidos, haciendo a los madridistas correr detrás de un balón que no era suyo cuando más lo necesitaban. Los blancos se lanzaron desesperadamente al ataque en busca de un gol que forzara la prórroga y lo encontraron a falta de tres minutos para el pitido final. Fue Llorente, tras una parada de Ramón el que a puerta vacía ponía el empate a seis definitivo con el que se llegaba al término del tiempo reglamentario de un encuentro emocionante a más no poder.
En las gradas se calentaban las gargantas los muchos aficionados blancos, pero también los del Sporting, que en buen número poblaron las gradas con sus camisetas rojiblancas, sumándose a la fiesta de la Final de la Copa de España Vodafone. Los diez minutos suplementarios fueron muy intensos, con ocasiones para los dos equipos que los dos porteros supieron atajar. Bajo los palos estaban hoy dos de los mejores porteros de la competición y bien que lo demostraron con intervenciones de mucho mérito. Ellos fueron los culpables de que el marcador no se moviera en esta primera mitad, hasta que llegó Amavisca en la segunda parte para hacer dos goles en apenas un minuto que les dejaba la Copa en bandeja.
Aún tuvo tiempo José Manuel para acercarse a uno con el tiempo casi cumplido y bien pudieron forzar la prórroga en una falta peligrosa que se fue al limbo. Ahí acabaron las esperanzas de los campeones de Liga, que dieron la cara y demostraron que son un equipo grande, con un oficio y compromiso pocas veces visto. El Madrid se llevó la Copa de España, la segunda en su palmarés y cerraban así una temporada irregular que por terminar con un título, se puede considerar un éxito. ¡Qué disfruten los madridistas!
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