La red de ojeadores internacionales del Real Madrid busca jóvenes promesas que sean del gusto de Mourinho, que también ha asumido el poder en la cantera. Una de ellas es un joven de 16 años llamado Souleymane Coulibaly (26-12-1994). Está siendo una de las sensaciones del Mundial Sub-17 de México. Sobre todo, después de firmar cuatro goles (todos con la derecha) ante Dinamarca el pasado jueves. Tres de esos goles fueron en tan sólo 18 minutos. Exhibió todo su repertorio: fuerza, potencia, regate y velocidad. Ya le catalogan como el nuevo Drogba.
Suma cinco goles en dos partidos con la selección de Costa de Marfil (es el máximo goleador del Mundial) y hoy se jugará ante Brasil el pase a octavos de final, en el último partido de la fase de grupos. El delantero, que pertenece al Siena, es consciente del escaparate: "No se sabe lo que me reserva el futuro. De momento, lo máximo que puedo hacer es concentrarme en el Mundial. Después, ya veremos qué pasa". Coulibaly llegó a Italia en 2009, donde se reunió con su padre. Destacó en su primer equipo de barrio con 14 años, en el Junior Camp Arezzo. De allí dio el salto al Siena esta temporada.
Juvenil. Esta temporada ha formado parte del Juvenil del Siena, pero ha disputado 10 partidos con el equipo primavera (lo que viene a ser el equipo filial en España) sin haber cumplido todavía los 17 años...
Sufrió la Guerra Civil de su país
Coulibaly nació en Gounioubé, un pequeño poblado a 20 kilómetros de Abiyán. El joven futbolista del Siena sufrió las penurias de la Primera Guerra Civil en su país. Pertenece a una generación privada del balón de fútbol, condenada al hambre en casa y al ruido de las armas durante cinco años (de 2002 a 2007). Souleymane vivió de los siete a los doce años esta dramática situación. Coulibaly vio desde Italia la Segunda Guerra Civil de Costa de Marfil (en febrero de este año) y ahora, desde México, lanza un mensaje: "La guerra llega a su fin y todos deberían trabajar juntos por ello".
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