Tras solventar el duro escollo de Getafe, el Real Madrid sigue adelante en su carrera hacia la Liga. Superada la jornada 21 sigue con los siete puntos de ventaja sobre el Barcelona, que ganó a la Real Sociedad. El equipo de Mourinho marcha en números extraordinarios: 55 puntos, 71 goles a favor, 19 en contra. Dieciocho victorias, sólo un empate y dos derrotas. El Barcelona queda descolgado con 48 puntos, 61 goles marcados, 13 encajados y sólo una derrota por catorce victorias y... seis empates, la clave de la desventaja azulgrana. El equipo de Guardiola ha brillado en el Camp Nou pero fuera se ha dejado cinco empates y una derrota en diez partidos. Una de sus cuatro victorias a domicilio fue la del Bernabéu (1-3), sin la que sus opciones de revalidar título estarían ya prácticamente arrinconadas. Esa derrota es a la vez una de las dos que suma el Real Madrid, que se dejó tres puntos en campo del Levante en la jornada 4, la tercera efectiva por la huelga que aplazó la fecha inaugural.
Si los números del Real Madrid asustan, conviene fijarse en lo que ha sucedido después del que ha sido casi su único bache en todo el campeonato. Tras comenzar con dos goleadas ante Zaragoza y Getafe (10 goles marcados, dos encajados), el equipo blanco tuvo una 'pájara' en dos salidas a priori asequibles en las que se dejó cinco puntos y no marcó ningún gol: 1-0 ante el Levante, 0-0 en Santander ante el Racing. A partir de ahí el Real Madrid ha despegado hacia unos datos casi imposibles. En los siguientes 17 partidos de Liga disputados, ha ganado 16 y, sin ningún empate, sólo ha perdido el Clásico del 10 de diciembre en el Bernabéu. En total 48 puntos de 51 posibles. Unos números bestiales que han dejado atrás a un Barça que en esos 17 partidos ha sumado doce victorias, cuatro empates y una derrota en campo del Getafe. El Real Madrid se ha dejado tres puntos, el Barcelona once. De ahí la actual distancia a pesar de que el duelo directo cayó claramente del lado culé.
Pegada descomunal
En esa racha de dieciséis triunfos en diecisiete partidos, el Real Madrid ha marcado 61 goles y ha encajado 16. El Barcelona, siguiendo con la comparación, ha marcado 44 y sólo ha encajado 9. El tremendo promedio de más de 3'5 goles por encuentro deja atrás el nada desdeñable 2'5 por partido del equipo de Guardiola. Esa pegada permite al Madrid ser eficaz en los partidos brillantes pero también en los más trabados, precisamente en los que se está atascando el Barcelona.
Las cifras goleadoras del Real Madrid tienen, por supuesto, la firma principal del tridente Cristiano - Benzema - Higuaín. Entre los tres han logrado 45 (uno más que todo el Barcelona) de los 61 goles. Cristiano es el más eficaz con 21 goles (ha logrado 24 en toda la Liga). Higuaín ha logrado en esos partidos 13 de sus 14 goles totales y Benzema, una de las claves del buen momento del equipo, ha sumado en ese tramo 8 de las 10 dianas que ha logrado hasta el partido de Getafe. Los 20 goles de Cristiano (1'17 por partido) superan a los 18 (1'05 por partido) que ha sumado Messi, que acumula 23 en total en la carrera con el portugués por ser el mejor artillero de la Liga BBVA.
Kaká y Özil, por fin juntos
Otra de las claves del de los excelentes resultados que está obteniendo en Liga el Real Madrid es que Mourinho parece haber encontrado la fórmula para que Özil y Kaká jueguen juntos. Brasileño y alemán formaron parte del once inicial en el primer tramo del torneo ante Espanyol y Betis y, por lesiones pero también por decisión de Mourinho, ya no parecieron mezclar hasta que han entrado de nuevo juntos en el equipo. Los dos han sido titulares ante Athletic de Bilbao, Zaragoza y Getafe. Antes de estos partidos, Kaká sustituyó a un Özil que había jugado de inicio hasta en cinco ocasiones pero no habían compartido puesto en el equipo titular.
Curiosamente, sólo ha habido un partido de Liga en el que no jugaron ni un minuto ni Kaká ni Özil. Fue en Sevilla, el Real Madrid ganó 2-6 y ambos jugadores vieron todo el partido desde el banquillo. En total, Özil ha sido titular en dieciséis partidos de Liga y Kaká en nueve. Pero si hasta hace pocas semanas la presencia de uno parecía garantizar la suplencia del otro, ahora Mourinho cuenta con ambos dentro de un esquema de centro del campo más creativo que también probó en la vuelta de Copa en el Camp Nou y que hasta hora, y a la espera de la recuperación física de Di María, le está dando excelentes resultados. Los números hablan.
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