Marcar un gol en el Real Madrid proporciona esos 15 minutos de fama de los que habló Andy Warhol, pero no garantiza la gloria eterna vestido de blanco. El último canterano en disfrutar de su rincón en el paraíso es Álvaro Morata, héroe presente e incógnita futura. Autor del tanto del triunfo del Madrid contra el Levante, lo que está por venir es todo un enigma, vistos algunos precedentes.
Antes que Morata, otros canteranos se abrazaron al éxito gracias a sus goles, pero algunos de forma tan efímera que su recuerdo no tardó en desvanecerse. Otros, como Velázquez, Sanchis o Butragueño, sí completaron largas y brillantes trayectorias en el club.
Morales, Zárate, Meca o Portillo también tuvieron su portada, pero el recorrido de su carrera en el Madrid no fue mucho más allá. Las condiciones futbolísticas de Morata invitan a un mayor optimismo. El gol le ha llegado en su quinto partido con el primer equipo, pero sólo después de haber jugado 37 minutos. Disputó dos minutos en su debut contra el Zaragoza en la 2010/11, nueve ante el Espanyol en la 2011/12 y ya en esta campaña, 12 frente al Getafe y 13 contra el Mallorca. En el Ciutat de Valencia marcó cuando sólo llevaba un minuto en el césped de los ocho que terminó jugando.
La chilena de Morales
José Luis Morales fue un breve héroe para el madridismo mediados los años 90. El 5 de febrero de 1994 recogió más elogios que en el resto de su carrera. Sucedió después de marcar de chilena el primer gol del Madrid en la victoria por 2-0 contra el Deportivo en el Bernabéu. Titular aquella noche, el canterano se ganó más portadas 14 días después, cuando dio la victoria al Madrid en el derbi contra el Atlético en el Bernabéu. Sustituyó al fallecido Dubovsky en el minuto 62 y logró el único tanto del encuentro en el 83.
Cerró su única temporada con el primer equipo con esos dos tantos en los únicos siete partidos de Liga que disputó. No fueron, sin embargo, sus dos únicos goles con el Madrid esa campaña. Se había estrenado el 16 de noviembre de 1993, al dar el empate a los blancos en un amistoso contra el Stuttgart, y logró un doblete el 19 de mayo del año siguiente, en el triunfo por 3-1 ante Boca Juniors en la Copa Ibérica.
Zárate y Meca
No mucho más recorrido tuvieron Rolando Zárate y José Manuel Meca en el primer equipo, que les abrió sus puertas por las lesiones de Raúl, Baljic y Anelka. Con Morientes como único delantero, Del Bosque recurrió a los dos canteranos, que sacaron de más de un apuro al Madrid. Los dos firmaron goles decisivos en Liga y en Copa del Rey.
La afición del Madrid conoció a Meca un 9 de enero de 2000, cuando un gol suyo sirvió para derrotar al Valladolid en el Nuevo Zorrilla. Había sustituido a McManaman en el minuto 57 y en el 86 batió a César.
Justo un mes después le tocó el momento de disfrutar al argentino Zárate, quien había llegado al Castilla cedido por Vélez Sarsfield. Fue en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Mérida. El Madrid venció 1-0 en el Bernabéu y el gol llevó su firma. En la vuelta, celebrada el 17 de febrero, su contribución fue todavía más determinante. El Madrid perdió 2-1 y Zárate marcó el tanto que clasificó a los blancos. Entre medias, el día 13, el argentino también escribió su nombre como goleador en Liga. Fue en la victoria por 1-0 contra el Málaga. Reemplazó a Sanchis en el descanso y sólo tardó cuatro minutos en celebrar el gol.
El gol de Portillo al Dortmund
Más espacio en los medios acaparó Javier Portillo, señalado como el delantero del futuro por la voracidad goleadora que demostró en las categorías inferiores. Casi diez años después, el madridismo apenas le recuerda por el gol que dio el empate al Madrid en el campo del Borussia Dortmund el 25 de febrero de 2003. Portillo sustituyó a Pavón en el minuto 90 y dos después marcó, a pase de Zidane, el tanto que supuso el 1-1. En la primera parte, Jan Koller había adelantado al Dortmund. Hasta el gol de Portillo, el Madrid estaba virtualmente eliminado en la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Velázquez, Sanchis y Butragueño
Nada ver con esas fugaces apariciones fue la irrupción en la élite de Velázquez, Sanchis y Butragueño, que se presentaron en sociedad por todo lo alto, marcando goles decisivos, que no serían más que las primeras líneas de su brillante historia en el Madrid.
El talentoso Manolo Velázquez dejó las primeras pinceladas de su enorme clase en su debut con el Madrid. Era la temporada 65/66 y los blancos ganaron por 2-5 al Mallorca. Velázquez logró el segundo y el quinto.
Manolo Sanchis debutó con el primer equipo el 4 de diciembre de 1983 en Murcia y lo hizo marcando el único gol del partido. Más repercusión mediática tuvo la irrupción de Butragueño unos meses después. El 5 de febrero, el Buitre salió desde el banquillo para rescatar a un Madrid que perdía 2-0 en Cádiz y acabó ganando 2-3. Butragueño marcó dos tantos y colaboró en el tercero.
Serena, Grosso y Raúl
Al segundo partido debieron esperar Serena, Grosso y Raúl para estrenarse como goleadores. Serena marcó el quinto tanto del Madrid en la victoria por 5-2 contra el Córdoba en el Bernabéu en la temporada 63/64. Una campaña después, Grosso firmó el tercer tanto en la victoria por 6-0 ante Las Palmas.
La víctima de Raúl fue el Atlético de Madrid. Había debutado el 29 de octubre en La Romareda contra el Zaragoza y el 5 de noviembre firmó el primero de sus 323 goles oficiales con el Madrid, que se impuso 4-2. Ese día, Raúl provocó el penalti que originó el primer gol, dio el pase del segundo a Zamorano y marcó el tercero.